El ser humano, como todo animal, se rige por un instinto de supervivencia. Todos nuestros actos, ya sean cometidos de forma consciente o inconsciente, están dirigidos a desarrollar una especie mejor, más elevada en todos los niveles. Hasta aquí, todo normal. Esto lo sabe todo el mundo, hasta mi niña de 8 años. De ahí que se enamore del más guapo de la clase, que a su vez, es el cabecilla de toda la panda de "machitos".
Pero, cuando nuestros actos no se corresponden con esta ley, ¿ por qué es? ¿Qué nos lleva a cometer estos "actos"?
Sentimos la necesidad de superarnos, de llegar más lejos, tanto como el vecino de enfrente. Y cuando llegamos allí, queremos estar junto al vecino del ático.
Y cuando conoces al vecino del ático, no puedes disfrutar de él, por que claro, el está intentando conquistar el chalecito de la planta alta del rascacielos.
Entonces echas de menos al antiguo vecino.
¿Supervivencia o superación? ¿Competición o egoismo?
Tonteamos, jugamos,peleamos, reímos, lloramos... para conseguir ese objeto que se revela misterioso, prohibido, fuera de nuestro alcance. Y cuando finalmente lo tenemos, ¿que?. Nos damos cuenta de que no está a nuestra altura, por que tenemos un listón muy alto.
Pena, pues no tardamos en encontrar nuestro nuevo objeto de deseo. Y, como dice una rima tonta, "a otra cosa, mariposa".
Supervivencia: el ciclo de la vida.
Superación: el ciclo de nuestras vidas.